Wednesday, May 27, 2009

Siem Reap


Mañana me voy a Camboya. Es una de las perlas del sudeste asiático, y me voy a visitar Siem Reap, donde está el famoso Angkor Wat. Este templo, construido en el siglo XII por el rey Suryavarman II, es un ejemplo de la mejor arquitectura asiática sobre piedra. Hasta ahora hemos visto muchos templos de madera, pero de piedra, hasta que estuve hace un par de semana en Bali, no había visto ninguno. Seguro que será un viaje inolvidable. De momento me voy con Teresa, y aún estamos pendientes de ver si Tati también se apunta. Como dice Faz le estoy cogiendo el gusto a viajar con dos chicas a la vez :P.

Sunday, May 24, 2009

Malacca


Ayer hicimos lo que muchos me decían era una locura: ir a Malacca a pasar el día. Pasar el día quiere decir ir y volver en el día. Y visto lo visto, si tienes coche, es la mejor opción. Quedamos bien pronto con Faz en el Keppel Club, un exclusivo club de golf donde su padre juega cada sábado. De allí salimos en su coche con Anna como copiloto. El viaje fue muy agradable, pasamos rápido a Malasia por Tuas, y desayunamos unas deliciosas empanadillas de patata y sardinas ya en Malasia. El amigo Faz se había currado un CD de música para el viaje, y nos pasamos el trayecto cantando.

Llegamos a Malacca, la antigua colonia portuguesa, holandesa e inglesa, y nos dirigimos hacia el barrio chino. ¡Cómo si no hubiésemos visto suficientes chinos en Singapur! La zona es muy tranquila, y está llena de tiendecillas con mil millones de chorradas a buen precio. Cuando nos entró el hambre entramos en un restaurante de la zona y nos tomamos una deliciosa laksa. Según nos contó Faz, la laksa malaya es mejor que la singapurense, sobre todo porque es menos grasienta y porque se sustituye la leche de coco por algo de una palmera (me enteré a medias). Después de la comilona anduvimos hacia el fuerte, donde nos hicimos miles de fotos.

Faz había quedado con unos amigos singapurenses que iban a pasar el fin de semana allí, por lo que nos encontramos al lado de un antiguo barco español que se exhibe al lado del río. Con ellos recorrimos un par de iglesias locales (entre las que estaba la de San Francisco Javier) y volvimos al sitio donde habíamos comido para tomarnos la merienda. Yo opté por el zumo de zanahoria, limón y manzana (se les fue la mano con el limón!), pero los locales prefirieron tomarse uno de esos postres con hielo y mierdas chinas.

Para acabar el día nos fuimos al hotel donde se quedaban los amigos. ¡Qué maravilla de sitio! Una antigua casa colonial, reformada, y con suites que eran duplex. Nos relajamos un poco y salimos a cenar. Nos metimos una buena comida malaya, con mucho arroz, pollo y gambas. Tras la cena, después de un día andando de arriba a abajo, y con un calor de mil demonios, nos metimos en el coche de vuelta a casa. Buena escapada, perfectamente realizable en un día

Fotos en Facebook.

Verner Panton, The collected works

Gran descubrimiento del año, sin duda. La exposición retrospectiva de la obra de Verner Panton en el Museo Nacional de Singapur es de lo mejor que he visto este año. Quizás por mi incultura en el mundo del diseño no conocía a este gran arquitecto y diseñador danés, pero por supuesto que había visto multitud de sus obras en numerosos sitios.

Su obra más extendida es la Silla Panton, una preciosidad de silla que se ha producido en diferentes colores, diferentes materiales, y que además es perfectamente apilable. Pero eso no es todo. La muestra nos permite adentrarnos en el magnífico Phantasy Landscape, un conjunto de módulos de colores donde las curvas crean excelentes superficies para sentarse y relajarse. Además de asientos, este mago danés diseñó lámparas, equiposde música, patrones de telas, mesas, e incluso edificios.

Hasta el 12 de julio de 2009 en el Museo Nacional de Singapur.

Friday, May 22, 2009

Margaritas



Anoche, gracias a Nuno y Tati, fuimos a Margarita's, un restaurante mejicano en Dempsey Hill. Yo ya había estado allí con otros amigos (esa vez sólo tomando copas), pero esta vez fuimos a cenar. Al llegar los precios me parecieron algo caros. La decoración del local es correcta, con colores muy fuertes y con un buen servicio. A las 21:30 tenían el último pedido de comida, por lo que un poco corriendo elegimos nuestros platos. La mayoría de la gente optó por unas deliciosas fajitas, pero yo elegí el cordero en adobo. ¡Qué platazo! Pocas cosas que haya tomado en Singapur han tenido ese sabor, esa ternura de la carne... Los dos grandes trozos de cordero iban acompañados de lechuga aliñada (totalmente evitable) y de unas útiles tortillas de maíz. De color normal el plato, pero de sabor sublime.

Para beber, unas cuantas jarras de margaritas de limón, que aunque no es mi bebida favorita, no estaban mal. El precio final fueron 55SGD por cabeza. Por cierto, que el burrito de Tati también estaba muy bueno.

Fotos en Facebook (accesible para todos).

Tuesday, May 19, 2009

Pledge of Singapore



El otro día un taxista, volviendo del aeropuerto, me recitó la Promesa de Singapur (Pledge of Singapore). Es lo bueno de los taxistas de esta isla, que te pueden salir con Lehman Brothers, con los problemas étnicos de Cachemira, con el último partido del Osasuna o con política de Singapur. Os dejo aquí la Promesa, que tiene su gracia (por favor, recitarlo con el mejor acento chino que podais):

We, the citizens of Singapore
pledge ourselves as one united people,
regardless of race, language or religion,
to build a democratic society,
based on justice and equality,
so as to achieve happiness, prosperity and
progress for our nation.


[Traducción libre]
Nosotros, los ciudadanos de Singapur
nos comprometemos a ser un pueblo unido
sin distinción de raza, lengua o religión,
para crear una sociedad democrática,
basada en la justicia y la igualdad,
con el fin de lograr felicidad, prosperidad y
progreso para nuestra nación.

Monday, May 18, 2009

BALI


Vaya fin de semana de descanso... Esto no es sano. Quiero decir, que no es sano ir a Bali el fin de semana y tener que volver al cabo de dos días para ir a la ofi el lunes. Llegamos el viernes por la noche al aeropuerto de Denpasar, en el sur de la isla. En el vuelo me encontré a Thibaud que iba a Bali a encontrarse con sus padres, y la verdad es que me sorprendió gratamente JetStar. Era la primera vez que usaba esta línea aérea. y el espacio para las piernas me pareció el mejor de todas las líneas de bajo coste que he usado en el Sudeste Asiático (por lo menos la configuración de este A320 lo era).

Al llegar a Bali pillamos un taxista para que nos llevase al norte de la isla, a Lovina, donde estábamos alojados. El viaje fue a lo Michael Schumacher, y el taxista incluso se enfadó porque no le compramos cerveza para él para el camino... Llegamos al resort en el que nos alojábamos, el Aditya Beach Resort, y lo primero que nos sorprendió fue el silencio. Ni un maldito ruido en todo el hotel. ¡Que gozada! Y antes de dormir, oimos las olas desde el balcón de nuestros cuartos. Al final Teresa y Ana se quedaron una habitación y yo la otra.

El sábado nos despertamos prontito, y fuimos a deborar el desayuno. Bastante flojillo. Pero tras tomarnos unas tortillas, tostadas y fruta, fuimos a la recepción a preguntar qué podíamos hacer durante el día. Sabíamos que teníamos piscina, comida y bebida en el hotel... pero estaría bien hacer algo más, ¿no? Pues en 15 minutos teníamos un catamarán que nos vino a buscar a la playa del hotel y nos llevó a una zona a unos 200 metros de la costa. ¡Qué maravilla de fondo marino! En serio, me da muchísima pena no tener fotos de lo que vimos ahí debajo. Peces pequeños, peces grandes, estrellas de mar... GRANDÍSIMO! Volvimos al hotel y todo lo que quedó del día fue descansar, tomar el sol, comer en la piscina y seguir leyendo el libro del fin de semana, The Catcher in the Rye (El guardián entre el centeno).

Por la noche salimos a andar hacia el pueblo, Lovina. Es una calle grande (carretera de la playa) con un par de calles perpendiculares que salen hacia la playa y donde están los restaurantes y hoteles. Todo muy muy tranquilo. Deciros que cenamos, y nos pillamos unas cervecillas para pasar la noche en la playa, bajo la luna (bueno, no había luna, pero si mogollón de estrellas) y escuchando a uno de los peores cantantes del hemisferio sur y de parte del hemisfero norte.

El domingo decidimos que lo mejor sería bajar tranquilamente hacia Denpasar, parando en diferentes sitios. Así pasamos por montón de templos, nos engañaron en un par de ellos, y vimos un lago grandísimo dentro de un volcán extinto. Todo ello con el conductor más maleducado del mundo (ganaba al peor cantante jaja). Hicimos una parada más larga en Ubud, donde comimos, nos dimos un buenísimo masaje, merendamos, nos dimos un paseo y salimos hacia Denpasar. Antes de decidir ir a Lovina a dormir pensamos quedarnos en Seminyak, así que ayer, para ver lo que nos habíamos perdido, decidimos cenar ahí. ¡Vaya playa que tiene ese pueblecito! Es verdad que hay mucha más gente, pero el movimiento que vimos ahí nos alegró la tarde, y la pizza que nos tomamos nos alegró el estómago. De ahí al aeropuerto, nos reencontramos con Nuno y Rui que habían pasado el finde en Kuta, y de vuelta a Singapur.

Fotos en Facebook (podéis verlas incluso los que no estáis en Facebook).

Friday, May 15, 2009

¡Bali!


Esta tarde, con mis compañeros lusos y Anna nos vamos a pasar un fin de semana a Bali. Ya os contaré a la vuelta.

Friday, May 8, 2009

Beltuner, en la Alianza Francesa


"¿Qué sería de la vida sin música?", me susurró Paula mientras disfrutábamos del sonido del acordeón de François Castiello. Y tenía toda la razón: un sonido sensual, veraniego y gitano embriagaba nuestros oidos...

Os pondré en antecedentes. Anoche, gracias a la amistad de Paula y a la generosidad de Sharm, asistimos a un gran concierto de música en la Alianza Francesa de Singapur. El grupo Beltuner empezaba anoche su gira asiática y acepté la invitación de asistir al concierto. Al entrar al auditorio vimos un acerdeón, un grandísimo contrabajo y una guitarra. Pero lo mejor estaba por llegar. Tras la introducción del Director de la Alianza, los artistas salieron a escena. Uno era elegante, con pantalón de traje y camisa italiana blanca. El otro rubio, desenfadado, con pinta de mochilero aseado. Y el último, moreno, con pelo largo atado con coleta y pinta de haber tomado demsiado alcohol en épocas pasadas. El tema del acordeón no me atraía mucho pero...

Pero fue empezar a tocar, y el virtuosismo de François Castiello empezó a enamorarnos a todos. No era solo su sensibilidad. Era su fuerza, su cariño, su electricidad, su pasión... SU TODO! Los ritmos fueron cambiando constantemente, con una base de música folklórica, pero tocando todos los estilos: rock, blues, jazz, influencias árabes, algo de celta, ritmos gitanos... Parecía que ese acordeón tuviera 7 vidas. Los solos se fueron sucediendo y el público se fue animando, así como los artistas. Al final, el público puesto en pie, ovacionó uno de los mejores conciertos a los que he asistido.

Dedico esta entrada a Miguel, gran amante del acordeón, y del que me acordé especialmente ayer :)

pd. gracias a Sharm por los apuntes de los nombres

Monday, May 4, 2009

Viaje a Birmania


Hemos pasado un fabuloso fin de semana en Birmania. Os dejo las notas escritas del viaje. A ver si las paso a formato electrónico (¡qué pereza!). Un beso a todos