Sunday, June 21, 2009
Foodcourts
No sé como no he escrito nada sobre los foodcourts en este blog. Los foodcourts son los centros de comida en Singapur, donde come la gente local, y donde comemos nosotros cada día. Un foodcourt se organiza alrededor de un conjunto de mesas y con puestos de comida por los lados. Normalmente el puestecillo central es el de bebida, fruta y postre, mientras que los que rodean el foodcourt son puestos de comida china, japonesa, singapurense, tailandesa, india, malaya... Otra cosa interesante de los foodcourts es la forma en la que se reservan las mesas. Uno llega al foodcourt, deja un paquete de klinexx y se va a por la comida :)
Porqué son tan populares los foodcourts? Por un lado son una opción barata de comer. En la mayoría de ellos se puede comer una gran sopa con noodles y pescado por menos de 4 dólares de Singapur, el equivalente a 2 euros. Si le añadimos bebia y postre, es muy difícil que la comida nos salga por más de 6 euros. La segunda razón de su popularidad es que en un mismo establecimiento tenemos todas las opciones, por lo que un grupo variado de personas puede escoger diferentes platos, sin tener que restringirse a un solo tipo de comida. Y como última razón, decir que los singapurenses son gente que le gusta comer fuera de casa, muchos de ellos no cocinan, por lo que los foodcourts están llenos de gente entre semana y los fines de semana.
Entre mis foodcourts favoritos está la cadena de Food Republic, que tienen foodcourts en Wisma Atria (al lado de casa), en Vivo City (yendo hacia Sentosa) y en Suntec (donde está la oficina). También me gusta el foodcourt de Lau Pa Sat (precioso edificio colonial reconvertido en foodcourt), Chinatown People's Centre, Makansutra Gluttons Bay (al lado de la Esplanade) y el foodcourt de comida japonesa Shokudo en Raffles City.
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iGov Global Exchange
Estos días se está desarrollando en Singapur un encuentro mundial de gobierno electrónico coincidiendo con la celebración de otras ferias de tecnologías de la información, como son Broadcast Asia y Communication Asia. iGov Global Exchange empezó el lunes, en Suntec, y a la inauguración asistieron numerosas personalidades, como el Senior Minister Goh Chok Tong, los embajadores de diversos países (Brasil, Rumania) y demás autoridades. El encuentro estuvo bien, con una visión centrada en las soluciones integradas de gobierno electrónico, fáciles de usar por el ciudadano y poca intrusivas. Me gustó mucho la visión compartida de diversos conferenciantes, que enfatizaron en el hecho de que los gobiernos deben ser buenos administradores de clientes, siendo sus clientes los ciudadanos. Así nos comentaba el jefe de gobierno electrónico que a él le da igual si Accenture le valora como el 1º, el 2º o el 3º mejor gobierno electrónico del mundo. Porque lo que él quiere es que se le valore como el mejor proveedor de servicios electrónicos, y se le compare con Amazon, HSBC o BestBuy. Mucho ha de aprender la Administración española de ejemplos como Singapur, Hong Kong o Canadá.
El resto de los días las sesiones se han desarrollado en el recinto ferial Expo, al lado del aeropuerto de Singapur. Aquí cada una de las agencias gubernamentales de Singapur han montado un tenderete donde muestran sus avances en cercania al ciudadano y adaptación digital. Bastante aburrido si no fuese por las excursiones que nos han montado tanto el martes como el miércoles. El martes fuimos a visitar la LTA (Land Transport Authority, Autoridad de Transporte Terrestre), que es el organismo encargado de la administración de las carreteras y los transportes públicos de Singapur. Lo que más me gustó de la visita fue el momento en el que nos hicieron mirar a un lado de la sala de reuniones, y la pared se abrió para que viesemos desde arriba una panorámica del centro de control del tráfico de Singapur. Muy impresionante :). Después de la LTA fuimos a ST Electronics, una empresa con mayoría de participación estatal que se dedica al desarrollo de soluciones aeroespaciales, de defensa y de transporte. Muy paranoicos con la seguridad (nada de fotos, ni móviles), pero nos dieron unas tarjetas VIP muy molonas y nos enseñaron un par de demos de sus últimos sistemas (no sé si puedo hablar de ellos... por si acaso me callo).
Y ayer más de lo mismo en Expo, y luego dos visitas también interesantes. La primera fue a la Inland Revenue Authority of Singapore, el equivalente a la Agencia Tributaria local. El contenido de la visita no fue tan novedoso como los otros ya que el modelo de hacienda electrónica de Singapur es muy parecido al de España (incluso el nivel de penetración de la declaración de la renta electrónica es menor que en España). De ahí nos fuimos a Ecquaria, una empresa fundada por antiguos funcionarios de la Infocomm Development Authority (organismo encargado del desarrollo tecnológico de Singapur) y que provee a diversos gobiernos (de Oriente Medio y a Singapur) de productos para fundar un entorno de gobierno electrónico unificado, donde todas las aplicaciones de las diversas agencias gubernamentales se montan sobre la misma base.
Ya lo que queda es el jueves y el viernes, donde todo será poner cara bonita y sonreir a los expositores de los stands.
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Singapur
Sunday, June 14, 2009
Los Alley Cats
Gracias a la generosidad de Denise pude asistir el otro día al concierto de los Yale Alley Cats, un grupo de cantantes a cappella de la universidad de Yale en Estados Unidos. Denise me llamó el viernes a las 17:45 de la tarde preguntando si tenía algún plan para esa tarde. Así que fui al American Club de Singapur sin tener ni idea que iba a un concierto de 14 tíos cantando.
Llegamos al American Club en Scotts Road (muy cerca de mi casa, a menos de 15 minutos andando) y había un buffet esperándonos. Lo mejor de la comida eran el guiso de ternera y el salmón en salsa teriyaki con frituras de apio. Así, con los platos medio llenos, salieron al escenario los 14 cantantes, vestidos de esmoquín y preparados para deleitarnos con una magnífica velada.
Yo me esperaba un concierto regido por los cánones académicos de Yale, donde las voces celestiales de 14 alumnos nos llevarían en bolandas al máximo estado de éxtasis. Y así fue, pero no como yo me esperaba. Su voces eran muy buenas, pero lo que de verdad daba vida al espectáculo era la interpretación de los cantantes. Bailes incluidos, movimiento por todo el escenario, una canción interpretada por todos los integrantes de rodillas delante de una espectadora, discursos de los cantantes... Una joya de concierto.
Por si esto fuera poco, este concierto era el último para 5 de los integrantes del grupo, que al acabar este año su tercer curso de la universidad tienen que abandonar el grupo. Así nos advirtieron que la última canción sería un poco loca y así lo fue. Empezaron a hacer el mono, pero en el sentido literal de la palabra. Saltando, haciendo ruidos y peleándose durante un par de minutos ante la mirada incrédula de la audiencia! Luego terminaron con una bella canción, y entre aplausos y lágrimas nos despedimos de unos grandísimos artistas.
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Wednesday, June 10, 2009
Aprendiendo de Singapur
Ours is a small island with no natural resources. We must therefore invest in knowledge and R&D, recruit and groom talent, and focus our efforts to excel in niche areas. Then we can transcend the limitations of physical size and punch above our weight class among the global competition.¡Cuánto podríamos aprender de Singapur en España! Esta frase está sacada del discurso que dio ayer el Primer Ministro Lee Hsien Loong en la inauguración de la nueva planta de GlaxoSmithKline en Singapur, que ha supuesto una inversión de 300 millones de euros.
Monday, June 8, 2009
I LOVE JAKARTA
Gran fin de semana que he pasado en Yakarta. Este destino está lleno de estigmas: que si la ciudad es peligrosa, que si las ratas son del tamaño de mi perro, que si es sucio e inhabitable... Pues todos estos prejuicios se me pasaron tras el fin de semana en casa de Óscar, nuestro informático de la Oficina Comercial de Yakarta.
Llegué con algo de retraso el viernes por la noche, ya que el avión de Air Asia que me llevaba desde Singapur tuvo cambios en la tripulación de cabina. Al llegar a Indonesia hice el visado en el aeropuerto (visa on arrival = 10USD), y de ahí al taxi hacia casa de Óscar. Me estaba esperando para salir a tomar algo. Los españoles no se animaron, así que nos fuimos él y yo al Blues Bar (más conocido como BBs). Allí pude admirar al mejor grupo de rock en directo que he visto desde que llegué a la zona. Un conjunto de bateria, guitarra y bajo que interpretaron clásicos del rock con un toque muy personal. Después de eso, y aún en el BBs, esperamos un rato al concierto de reggae. La cosa estaba decayendo un poco, por lo que nos fuimos al famoso Red Square.
El Red Square es un bar de copas muy frecuentado por la élite local. La entrada cuesta 90.000 rupias, incluye una copa, y merece la pena. Todas las mesas del local se covierten en tarimas, y la gente empieza a subirse a ellas y bailar al ritmo de unos buenísimos temazos dance. El sábado el local se anima aún más con espectáculos de fuego y con exhibiciones de los barmans.
El Red Square y toda la semana que llevábamos trabajando pasaron factura, por lo que a la hora que cerró (las 4?) nos fuimos a casa. Óscar vive en un céntrico edificio de apartamentos, y vive solo en un piso que tiene un salón, una cocina, un dormitorio, un baño y un cuarto de los desastres. Mucho calor (no sé cómo puede vivir ahí jajaj), pero súper bien situado y con una piscina de impresión.
El sábado nos levantamos bien pronto y nos fuimos a ver lo poco que tiene Yakarta para ver. Salimos en la moto hacia la Embajada de España, donde aparcamos el vehículo. La moto es el medio de transporte más rápido en esta cahótica ciudad. De la Embajada nos fuimos andando al Monas, el monumentos nacional de la independencia. Un gran minarete en el medio de la ciudad. El calor empezó a pasarnos factura, por lo que decidimos meternos en unos centros comerciales, al más puro estilo Asia. Por lo que comenta Óscar, Yakarta es una ciudad donde los fines de semana intentas matar el tiempo hasta que llega la noche, por lo que como nunca había estado en un spa y me hacía ilusión, nos fuimos a uno. Llegamos y probamos el jacuzzi frío (metí el pie y lo saqué), el caliente (vaya bajada de tensión), la piscina, la sala de vapor, la sauna... Y el plato estrella era el masaje tailandés de 1 hora y media. Un sitio de mucho lujo, con un personal educadísimo y por un buenísimo precio.
Medio muertos nos dejó el spa. Pero nos animamos y fuimos a buscar a Eliseo para salir a cenar. Nos fuimos a la otra punta de la ciudad a un pub inglés donde habíamos quedado también con Ramón, un español interesantísimo que estaba currando para Ericson. Me tomé un fish and chips bastante flojo (la hamburguesa de Óscar estaba riquisima) y para "cambiar" volvimos al Red Square. Más de lo mismo, aunque esta vez con fuego. Y como no podía irme de Yakarta sin ver el mítico Stadium, pues nos pillamos un taxi para allá. Tras darnos la vuelta de la vida llegamos a este local, frecuentado por gente que consume drogas y que quiere sexo por dinero. No hicimos ni lo uno ni lo otro :). Nos volvimos a casa cuando ya era de día...
El domingo amanecimos con el despertador (nada más nos hubiese levantado), y nos fuimos a dar una vuelta por el barrio de Óscar. Un centro comercial, comida y última vuelta en la moto hasta la estación de autobuses, donde pillé el que iba al aeropuerto. Un gran fin de semana en un buen destino.
Llegué con algo de retraso el viernes por la noche, ya que el avión de Air Asia que me llevaba desde Singapur tuvo cambios en la tripulación de cabina. Al llegar a Indonesia hice el visado en el aeropuerto (visa on arrival = 10USD), y de ahí al taxi hacia casa de Óscar. Me estaba esperando para salir a tomar algo. Los españoles no se animaron, así que nos fuimos él y yo al Blues Bar (más conocido como BBs). Allí pude admirar al mejor grupo de rock en directo que he visto desde que llegué a la zona. Un conjunto de bateria, guitarra y bajo que interpretaron clásicos del rock con un toque muy personal. Después de eso, y aún en el BBs, esperamos un rato al concierto de reggae. La cosa estaba decayendo un poco, por lo que nos fuimos al famoso Red Square.
El Red Square es un bar de copas muy frecuentado por la élite local. La entrada cuesta 90.000 rupias, incluye una copa, y merece la pena. Todas las mesas del local se covierten en tarimas, y la gente empieza a subirse a ellas y bailar al ritmo de unos buenísimos temazos dance. El sábado el local se anima aún más con espectáculos de fuego y con exhibiciones de los barmans.
El Red Square y toda la semana que llevábamos trabajando pasaron factura, por lo que a la hora que cerró (las 4?) nos fuimos a casa. Óscar vive en un céntrico edificio de apartamentos, y vive solo en un piso que tiene un salón, una cocina, un dormitorio, un baño y un cuarto de los desastres. Mucho calor (no sé cómo puede vivir ahí jajaj), pero súper bien situado y con una piscina de impresión.
El sábado nos levantamos bien pronto y nos fuimos a ver lo poco que tiene Yakarta para ver. Salimos en la moto hacia la Embajada de España, donde aparcamos el vehículo. La moto es el medio de transporte más rápido en esta cahótica ciudad. De la Embajada nos fuimos andando al Monas, el monumentos nacional de la independencia. Un gran minarete en el medio de la ciudad. El calor empezó a pasarnos factura, por lo que decidimos meternos en unos centros comerciales, al más puro estilo Asia. Por lo que comenta Óscar, Yakarta es una ciudad donde los fines de semana intentas matar el tiempo hasta que llega la noche, por lo que como nunca había estado en un spa y me hacía ilusión, nos fuimos a uno. Llegamos y probamos el jacuzzi frío (metí el pie y lo saqué), el caliente (vaya bajada de tensión), la piscina, la sala de vapor, la sauna... Y el plato estrella era el masaje tailandés de 1 hora y media. Un sitio de mucho lujo, con un personal educadísimo y por un buenísimo precio.
Medio muertos nos dejó el spa. Pero nos animamos y fuimos a buscar a Eliseo para salir a cenar. Nos fuimos a la otra punta de la ciudad a un pub inglés donde habíamos quedado también con Ramón, un español interesantísimo que estaba currando para Ericson. Me tomé un fish and chips bastante flojo (la hamburguesa de Óscar estaba riquisima) y para "cambiar" volvimos al Red Square. Más de lo mismo, aunque esta vez con fuego. Y como no podía irme de Yakarta sin ver el mítico Stadium, pues nos pillamos un taxi para allá. Tras darnos la vuelta de la vida llegamos a este local, frecuentado por gente que consume drogas y que quiere sexo por dinero. No hicimos ni lo uno ni lo otro :). Nos volvimos a casa cuando ya era de día...
El domingo amanecimos con el despertador (nada más nos hubiese levantado), y nos fuimos a dar una vuelta por el barrio de Óscar. Un centro comercial, comida y última vuelta en la moto hasta la estación de autobuses, donde pillé el que iba al aeropuerto. Un gran fin de semana en un buen destino.
Friday, June 5, 2009
Fin de semana en Yakarta
Casi se me olvida, pero este fin de semana me voy a Yakarta. Es un destino muy cercano en el que aún no he estado y donde está el gran Óscar haciendo de las suyas. Ya os contaré como me recupero de mi estómago maltratado en Camboya.
¡Buen fin de semana a todos!
Thursday, June 4, 2009
Impresiones de Camboya
Si algo me ha impresionado de Siem Reap han sido los templos y los precios. Aunque desde el exterior se conocen como los templos de Angkor Wat, este nombre únicamente se refiere a uno de ellos. Pero es que el conjunto de templos se extiende por una inmensa superficie. Los hay de todo tipo: redondos, cuadrados, deborados por los árboles, rodeados por arrozales, con pinturas, con esculturas de caras. Una verdadera maravilla del mundo. Siempre me daba envidia Alán cuando hablaba de ellos...
Y como decía, los precios bien altos también, al nivel de los templos. Es el problema de moverse con dólares americanos, que todo está dolarizado. Los precios de casi todo bien podrían ser los precios de Madrid (por suerte los mangos y los masajes tienen un precio más bajo). Los locales, en cambio, funcionan con la moneda local. Una vez más caemos en la mala costumbre de maltratar al turista en el Sudeste Asiático. Una especie de España de los años 70.
No quisiera cerrar estas impresiones sin hablar de los Jemeres, la gente de Camboya. Desgraciadamente este nombre está ligado a la tenebrosa memoria del régimen dirigido por Pol Pot durante los 70 y que dejó tantos muertos en este bello país. A raíz de este viaje ha estado leyendo cosas sobre el régimen, y además de las ejecuciones masivas esclavizaron a miles de personas, prohibieron el dinero y decidieron que el tiempo empezaba a contar desde que ellos llegaron al poder. Unos absolutos dictadores. La guerra contra los estadounidenses y parte de Vietnam (que llevó al poder a estos dictadores) dejó en Camboya una de las peores lacras: las minas antipersona. El país fue minado de forma indiscriminada por la aviación estadounidense, y eso se ve en la vida diaria de Camboya. Hay muchísimos mutilados, que hacen cualquier cosa por que les des un simple dólar. Verdaderamente demoledor.
Siem Reap y los templos alrededor de Angkor bien merecen un viaje. Me siento más feliz ahora que lo conozco.
Y como decía, los precios bien altos también, al nivel de los templos. Es el problema de moverse con dólares americanos, que todo está dolarizado. Los precios de casi todo bien podrían ser los precios de Madrid (por suerte los mangos y los masajes tienen un precio más bajo). Los locales, en cambio, funcionan con la moneda local. Una vez más caemos en la mala costumbre de maltratar al turista en el Sudeste Asiático. Una especie de España de los años 70.
No quisiera cerrar estas impresiones sin hablar de los Jemeres, la gente de Camboya. Desgraciadamente este nombre está ligado a la tenebrosa memoria del régimen dirigido por Pol Pot durante los 70 y que dejó tantos muertos en este bello país. A raíz de este viaje ha estado leyendo cosas sobre el régimen, y además de las ejecuciones masivas esclavizaron a miles de personas, prohibieron el dinero y decidieron que el tiempo empezaba a contar desde que ellos llegaron al poder. Unos absolutos dictadores. La guerra contra los estadounidenses y parte de Vietnam (que llevó al poder a estos dictadores) dejó en Camboya una de las peores lacras: las minas antipersona. El país fue minado de forma indiscriminada por la aviación estadounidense, y eso se ve en la vida diaria de Camboya. Hay muchísimos mutilados, que hacen cualquier cosa por que les des un simple dólar. Verdaderamente demoledor.
Siem Reap y los templos alrededor de Angkor bien merecen un viaje. Me siento más feliz ahora que lo conozco.
Camboya
¡Vaya preciosidad que es Siem Reap! El viaje empezó algo más movido de la cuenta. El miércoles por la noche, la noche antes de volar a Camboya, decidimos hacer una noche de karaoke. Por desgracia bebí más de lo recomendable, por lo que me pasé gran parte del karaoke en los brazos de morfeo. Así que, tras volver a casa y dormir 45 minutos, nos fuimos al aeropuerto. Aquí debo agradecer a Teresa que me despertase para ir al aeropuerto, ya que creo que yo oí la alarma, la apague, y seguí durmiendo. En Changi nos encontramos a unos compañeros del ICEX de la Oficina de Hong Kong que iban a hacer el mismo viaje que nosotros.
Tras una buena siesta en el avión llegamos a Camboya. Lo primero que hay que hacer al bajar del avión es pagar 20 dólares estadounidenses (USD), lo cual te pone en la onda del país: todo precioso, pero todo carísimo y en USD. Llegamos a Golden Banana, el hostal en que nos acomodábamos en Siem Reap. Era un sitio muy mono, con un personal muy atento y lo que le hizo gracia a todo el mundo: gay-friendly (con mentalidad abierta hacia gente homosexual). Nada más llegar nos ofrecieron un reconfortante té helado, y tras la ducha de rigor y el desayuno nos planteamos qué hacer el primer día. Teníamos decidido pasar los dos días siguientes en los templos, por lo que el primer día queríamos hacer algo diferente. Así que nos pillamos un tuk-tuk (moto con un remolque atras para dos personas) que nos llevó al lago Tonlé Sap. Este lago es el más grande del Sudeste Asiático, y en el pudimos ver pueblos enteros flotando en medio del lago, con sus escuelas, tiendas, pista de baloncesto. Una preciosidad, aunque nos dijeron que es más impresionante en la época húmeda. Por la tarde volvimos a Siem Reap, conocimos la ciudad, nos relajamos, cenamos algo y nos fuimos a dormir.
El viernes al mediodia llegaba Tati, nuestra compañera de piso. Así que lo que decidimos fue ir bien pronto a los templos más lejanos. Vimos los templos de Banteay Srey y Banteay Kdei (este nos sorprendió porque durante un rato estuvimos solos en él!). Luego volvimos a comer, y tras unas delicias locales, ahí estaba Tati esperando para salir a ver más templos. Por la tarde vimos 5 templos más, a cual más impresionante. Llegamos a To Som para ver la puesta de sol, y allí nos encontramos con Lorna and Rich, amigos de Tati que andan por el Sudeste Asiático de viaje. Resulta que habíamos coincidido en una fiesta hace casi dos meses en Singapur y no nos acordábamos. Vaya memoria. Para cenar nos fuimos a un foodcourt local (si, muy fuerte!!! creo que estoy enfermo de eso jaja), y como había sido un día bien duro me fui a dormir prontito.
El sábado Teresa y yo decidimos alquilar unas bicicletas para visitar los templos. ¡Cómo me gustan las bicicletas! Eso pensé hasta que tuve que volver, con 40º por las largas rectas hacia Siem Reap. Pero no nos adelantemos, que aún no hemos llegado ahí. Nuestra idea era salir del hotel a las 5 de la mañana para ver el amanecer en Angkor Wat. Y lo conseguimos :). Una preciosidad. De ahí nos fuimos en bici hacia Bayon. Fue por aquí que me empecé a encontrar mal. Creo que hacía mucho calor y no bebí suficiente agua, por lo que me empecé a flojear. Conseguí ver un par de templos más con Teresa, pero me encontraba mal y volví a Siem Reap. Ella visitó 2 templos más que yo me perdí, pero a cambio me di un buen masaje, comprobé lo "bien" que funciona internet en Camboya (pasé por 3 cibercafés) y me di una buena comilona de comida jemer. Por la noche tuvimos otra cena todos juntos y a dormir. Así que el domingo, otra vez prontito despiertos, y hacia el aeropuerto. Una pena, porque se acababa uno de los mejores viajes de mi vida :(
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