Tuesday, July 14, 2009

Kuching y el Rainforest Festival

Este fin de semana, con un grupo de 10 personas, nos fuimos a la selva de Borneo a disfrutar de la parte oriental de Malasia. El plan era muy claro: festival de música y ver a los monos narigudos.

Llegamos puntuales a Kuching desde Singapur. Nos dirigimos al Tune Hotel, una nueva cadena de hoteles de la linea aérea AirAsia que ofrecen habitaciones a bajo coste. Íbamos recomendados por Xavi, que había estado en el Hilton de Kuching, que está al otro lado de la calle del Tune. En el hotel estaban esperándonos Lara, Alvar y Charlie, que habían ido un día antes. Esa noche nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo, cenamos y bebimos algo, y a dormir!

Alguno había bebido más de lo debido la noche anterior, así que prontito sólo nos despertamos Lara y yo. Desayunamos en una cafetería a la orilla del río Kuching y salimos hacia el Rainforest Festival, un festival de música folklórica que se desarrolla en medio de la selva. Nuestra idea era ir, ver el ambiente y luego volver a por la gente. Pero nos dimos cuenta de que estaba demasiado lejos de Kuching para ir yendo y viniendo, así que nos quedamos allí. Entre montañas de selva, con un lago central y un escenario en un lado. Me alegro de habernos quedado, ya que lo mejor del festival fueron los workshops que tuvieron los artistas antes de los conciertos de la tarde. Así asistimos a uno buenisimo llamado Hit Makers donde escuchamos música de Transilvania, Polonia e Indonesia :). El segundo workshop se titulaba One-Sided Percussion, y juntaron percusionistas de diferentes paises (Marruecos, Cuba, Malasia e Indonesia) para acabar tocando todos juntos. Tal vez el último workshop al que asistimos, Hot Pickers, de guitarristas de diferentes partes del mundo, fue el peor.

Luego tuvimos un rato de descanso, y ya cuando se puso el sol empezaron los conciertos en el escenario grande. La noche anterior había llovido, y el suelo estaba todo embarrado, como un lodazal. Un verdadero asco yendo con chanclas. Pero pronto nos acostumbramos, y empezamos a ver pasar grupos de más o menos calidad. El que más me gustó fue Oudaden, de Marruecos, que con sus ritmos bereberes contagiaron a todos de alegría. Asika estuvo chulo con la mezcla de pop y música tradicional malaya, así como Moana and The Tribe, que junta una gran voz femenina con ritmos maoríes. Sin embargo tanto Lan-è Tuyang (Malasia) como Jouhiorkesteri (Finlandia) me parecieron criminales.

Nos fuimos a la cama pasada la medianoche, pero sabíamos que el domingo nos esperaba un día largo. Fuimos a ver el Parque Nacional de Bako. Es uno de los parques nacionales más pequeños de Malasia, pero tiene una riquisima fauna y flora. Llegamos en barco, y tras casi perder la vida contra un palo en medio del mar (el conductor del barco dijo: ups, que no lo había visto!) empezamos a andar. Primero fuimos a la playa de Paku, donde nos dijeron que tal vez viesemos a los monos narigudos. Pateo de 30 minutos y no había monos ni nada. Vaya cabreo que llevaba yo. Así que como teniamos unas cuantas horas antes de volver a coger el barco me alié con Iñaki para salir a andar hacia otra playa. Nos recomendaron la playa de Kecil, y me alegro de haber ido, porque es tal vez una de las playas más bonitas que he visto nunca. Unos acantilados sobre una playade arena fina, con un mar cristalino y otras islas de fondo. GRANDE. Así que decidimos volver hacia el barco, y al llegar a la zona de información del parque vimos a mucha gente mirando a los árboles. Joder, que había monos narigudos ahí!!! Qué ilusión que me hizo :). Ya había completado el viaje.

Así que tras eso volvimos a Kuching, donde el primer grupo se volvía a Singapur. El segundo grupo nos quedábamos más tiempo porque volábamos a Johor Bahru. Aprovechamos la tarde para ver Kuching y yo me di mi primera masaje de reflexiologia. Me crujieron los pies y no me gustó demasiado. Por lo menos puedo decir que lo he probado no? Luego vuelta a Johor Bahru y taxi desde Malasia a Singapur.

Friday, July 10, 2009

Kuching


Este fin de semana nos vamos a Kuching, a disfrutar del Festival de la Selva 2009 y de los monos narigudos. Y se llaman monos narigudos porque si os pongo el nombre científico (Nasalis larvatus) nadie sabría a lo que me refiero. Hasta que llegué a Singapur no los había visto, y la verdad es que son una criatura intrigante.

Pues aunque no soy un gran fan de Malasia, les voy a dar una nueva oportunidad. Los últimos viajes allí (Malacca y Tioman) han sido muy buenos, así que esperemos que continuemos con la buena racha.

Tuesday, July 7, 2009

Yoga


Ayer, por fin, hice yoga. No sabéis lo bien que sienta el yoga. Hace tiempo que lo quería hacer, pero no me decidía. Hablé con Tatiana, y me recomendó el sitio al que va ella. Se llama Pure Yoga, y está en la planta 18 de una torre en Orchard Road (la Castellana de Singapur). Llegué y me atendieron como a un rey: té, atención personalizada, paseo por las instalaciones. Me hicieron un hueco en la clase de Hatha Yoga 1 a las 20:30 y me pidieron que volviese 15 minutos antes de la clase.

Creía que el yoga era una cosa de nenazas. Pero nada que ver. Es un verdadero deporte. No volveré a subestimar el poder de la meditación jaja. Pues empezamos con algunas posturas más o menos fáciles, pero no pasaron muchos minutos para darme cuenta de unas cuantas cosas:

- Tengo menos flexibilidad que una abuela
- Tengo menos equilibrio que otra abuela

Además, por primera vez en la historia (espero que por el nerviosismo) empecé a confundir la izquierda con la derecha. bastante ridículo jaja. Pero tengo que reconocer que la sensación con la que salí de la clase fue buenísima, por lo que no descarto apuntarme a clases una vez que vuelva de Singapur.

Wednesday, July 1, 2009

Tioman


Mi último viaje, esta semana pasada, fue a Pulau Tioman. Esta isla, en la costa oriental de la Malasia peninsular, es conocida por sus ricos fondos marinos y por sus espectaculares playas. Y era por los fondos marinos por lo que me aventureré hacia allá.

Hacia tiempo que había pagado parte de mi cursillo de aprendizaje de buceo. Sin embargo, por unas cuestiones u otras (monzones, compañeros que se tiran para atrás, falta de amigos...) lo había ido postergando. Sin embargo, me dije: Xevi, esto lo tienes que hacer antes de volverte a Madrid. Así que el lunes fue a la agencia y les comenté que quería sacarme el título. Me dijeron que ese mismo viernes se iban hacia Tioman con un grupo de 3 chicas, y que si quería me podía apuntar :). Me pareció una idea magnífica. Esa misma tarde tuvimos la primera clase, luego el martes otra clase (a la que no pude ir, pero me quedé en casa haciendo los deberes) y el miércoles la sesión de piscina, donde a poca profundidad practicamos las técnicas que deberíamos perfeccionar una vez en Tioman:

-Inspección de seguridad al compañero de buceo.
-Respirar bajo el agua con la ayuda del regulador (importante!).
-Perder el regular y volver a recuperarlo.
-Llenar la máscara parcial y completamente de agua y limpiarla bajo el agua.
-Quitarse la máscara bajo el agua, volver a ponersela y expulsar el agua (esto es lo que más me costó).
-Respirar sin la máscara.
-Respirar a través del regulador secundario del compañero de buceo.
-Quitarte el cinturon de lastre bajo el agua.
-Quitarte el chaleco hidrostático bajo el agua.
-Realizar un ascenso de emergencia en caso de falta de aire.

Ahí tuve el primer contacto con lo que es estar debajo del agua durante 10 minutos. El aire que sale de la botella de aire comprimido es super seco, por lo que la garganta se empieza a resentir. Tienes ganas de escupir, pero no tienes nada que escupir. Es un poco desagradable. Además, pude practicar algo de aleteo con Silvia, la que sería mi compi en Tioman.

Hacia Tiomán salimos el viernes a las 7 de la tarde. Nos esperaba un autobús que nos dejaría en Mersing, y allí cogeríamos el barco hasta Tiomán. La aventura del barco fue buenísima, y navegamos bajo un cielo lleno de estrellas y un mar calmado durante 3 horas. Chris, el instructor, nos condujo a la parte superior del barco, donde nos quedamos dormidos de camino a la isla. Al llegar a Tioman (las 3 de la noche) nos asignaron las habitaciones, yo me metí a dormir con 2 franceses raros, y nos dijeron que a las 8 todos en pie desayunando.

El desayuno no fue nada especial, pero si muy nutritivo: arroz, noodles, pollo y sopa. ¡Qué más queremos! Antes de subir al mismo barco en el que vinimos (y que nos sirvió para movernos y volver el domindo a Mersing) nos probamos el material y lo llevamos a la embarcación. Una vez a bordo, vimos que los mismos que habíamos venido en el autobús y el barco desde Mersing estaban otra vez allí. Debíamos ser un grupo de 20 personas. Encajamos todos los tubos, probamos todas las conexiones y nos relajamos hasta que llegamos al primer destino. Nos pusimos todos los aparatos y por primera vez entramos en el agua con la técnica del Paso de gigante. Como muy bien el lector hábil habrá interpretado, esta técnica consiste en dar un paso grandote hacia el agua desde la plataforma del barco :). La primera inmersión me costó bastante. Estaba súper nervioso y me molestaba todo. Que si tenía que desinflar el chaleco, igualar la presión de los oídos y nariz, fijarme en mi compañera de buceo, mirar al instructor y bajar... Empecé con 4 lastres de un kilo, aunque el segundo día bajé a 3. En este primer descenso sólo practicamos las técnicas de buceo. Todos bien menos uno de los chicos que no consiguió hacer lo de quitarse y volverse a poner la máscara bajo el agua.

Subimos a la superficie, nos montamos en el barco, y nos llevaron al segundo destino de buceo. Fue más tranquilo este descenso (aún me costó) pero aquí lo que practicamos fue la flotabilidad bajo el agua (que se controla con el aire que tienes en el cuerpo, las pesas y el chaleco) y el nadar con aletas. Vimos unos corales preciosos y unos "nemos" (pez payaso) super chulos. De este segundo descenso nos volvimos al "resort" (hostal de playa), comimos y por la tarde teníamos el examen escrito. Las chicas se pusieron a estudiar, pero a mi me dio pereza y me eché una siesta. Si es que no hay nada como estudiar durmiendo. Y me funcionó, porque saqué la nota más alta: 46/50. Creo que también ayudó el ir con una camiseta de Harvard... Pasamos el resto del día por la playa, hasta que llegó la noche. Entonces disfrutamos de una deliciosa barbacoa de pescado y carne bajo las estrellas. El calamar (sotong en malayo) estaba exquisito. Cansados de todo el día nos fuimos a dormir pronto; más aún cuando nos teníamos que levantar el día siguiente a las 6:45.

El domingo desayunamos más de lo mismo (noodles y arroz) y otra vez al barco. En el primer descenso del día íbamos a ver 3 barcos hundidos!! Practicamos el ascenso de emergencia y tras ello vimos lo que queda de los cascos de madera de antiguas embarcaciones malayas. Siempre he considerado que tengo un fabuloso sentido de la orientación, pero bajo el agua aún tengo que adaptarme. Creí que habíamos dado vueltas sobre nosotros mismos, pero emergimos en la otra punta de la playa. El segundo descenso fue en un islote próximo a la costa, donde el coral rodeaba toda la roca. Me sentí mucho más agusto este segundo día. Con menos peso descendí mucho mejor. Creo que pillé bien la postura de buceo, e hice un buen trabajo como compañero ya que Silvia estaba un poco perdida. Muy china ella.

Al volver al resort, nos dimos una ducha, comimos, preparamos las bolsas y de vuelta a Singapur, de la misma forma que habíamos venido, pero con más amigos y un título de buceo bajo el brazo :)

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